Aromaterapia para tu piel
16 de marzo
El cuidado de la piel supone uno de los pasos fundamentales en nuestras rutinas de higiene y belleza. Y lo cierto es que no es nada nuevo. En la antigüedad ya preparaban cosméticos con aceites o grasas vegetales, ceras, resinas, miel, plantas, macerados y extractos de plantas. En definitiva, cosmética natural.
Hoy en día, la cosmética natural vuelve a ganar protagonismo, pues buscamos utilizar productos de calidad y que no contengan ingredientes tan nocivos para nuestra piel, nuestra salud e incluso para el medio ambiente.
Aromaterapia y cosmética natural
Si nos fijáramos en los ingredientes de los productos de higiene o cosmética natural que utilizamos a diario veríamos como la aromaterapia está presente en la mayoría de ellos.
En la aromaterapia se trabaja con aceites esenciales y aceites vegetales para dar soluciones a nivel tópico. Y es que, un aceite esencial en la piel, siempre debe ir diluido en un aceite base o portador, o lo que es lo mismo, un aceite vegetal.
Como sabemos, el aceite esencial es un líquido volátil y muy aromático con incontables propiedades, entre ellas cosméticas. Esto hace que estos aceites nos ofrezcan infinidad de posibles aplicaciones.
Los aceites vegetales están compuestos por ácidos grasos, vitaminas, fitoesteroles, carotenoides, ceras, etc. Son especialmente conocidos por sus cualidades alimentarias o cosméticas. Por ejemplo, encontramos aceites vegetales dentro de nuestra dieta que, por ser ricos en ácidos grasos esenciales (conocidos como omegas), son indispensables para nuestra salud.
Los aceites vegetales no son tóxicos ni causan ningún tipo de irritación. Son ideales para aplicar directamente en la piel por sus múltiples propiedades y usos: antioxidante, hidratación, nutrición, elasticidad, regeneración, protección…
Por ejemplo, algunos de los aceites vegetales que se recomiendan para los tratamientos de belleza son el de almendras, el de avellana, el de rosa mosqueta, el de jojoba y el de argán.
Los aceites esenciales, en cambio, pueden ser irritantes y en algunos casos incluso cáusticos en piel si no son correctamente diluidos. Por eso, como hemos mencionado, siempre los diluiremos en aceites vegetales, ceras, mantecas o macerados. Además, la combinación de ambos productos aportará soluciones muy efectivas. Esto nos permite preparar en casa auténticos productos o tratamientos de higiene o belleza 100% naturales.
Aceite esencial y aceite vegetal, la combinación perfecta
Los aceites vegetales aportan ácidos grasos y vitaminas, protegiendo e incluso conservando el manto hidrolipídico y la grasa natural de nuestra piel. Los aceites esenciales actúan como "mejorantes", aportando diferentes propiedades físicas en nuestra piel, sin olvidarnos de sus propiedades psico-emocionales.
Por ejemplo, si usamos un aceite vegetal de almendras dulces aportamos nutrientes y vitamina A y E a nuestra piel, mejorando hidratación, nutrición y elasticidad. Si le añadimos el aceite esencial de lavanda, además de sumar propiedades cosméticas y terapéuticas como regenerador, calmante o analgésico, también conseguiremos que actúe psico-emocionalmente, equilibrando y armonizando nuestras emociones.
Por lo tanto, los aceites vegetales son el vehículo a través del cual los aceites esenciales se expresan en nuestra piel. Esta combinación hará que veas y sientas un cambio en ti y de una forma 100% natural. ¿Te animas a probar?
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